¿Nos acordamos? ii
Aznar ningunea el pacto contra ETA del PSOE porque "no aporta nada" y sólo busca publicidad
JAVIER CASQUEIRO / ANABEL DÍEZ - Madrid
EL PAÍS - España - 18-11-2000
El Gobierno devolvió ayer crudamente al PSOE a su lugar en la oposición al rechazar cualquier posibilidad de que José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero puedan firmar juntos un pacto escrito contra ETA. El vicepresidente primero, Mariano Rajoy, no sólo ratificó ayer públicamente, tras el Consejo de Ministros, que el Gobierno no suscribirá ese acuerdo sino que se entretuvo en denostar su contenido como meramente publicitario, porque "no aporta absolutamente nada" y es como "sacar un conejo de la chistera" para llamar la atención. El PSOE no comprendió esa actitud y lamentó que la negativa a su pacto la diera Rajoy a través de una conferencia de prensa. Nadie habló con Zapatero"Insólito"Mariano Rajoy no ejerció ayer de diplomático. El vicepresidente primero del Gobierno se limitó a repetir hasta tres veces que el PSOE ya conocía de sobra cuál era su respuesta a la demanda de los socialistas de que los líderes de ambos partidos, Aznar y Zapatero, simbolizasen con un acto público y la firma de un documento su unidad y lealtad recíproca frente a la criminal ofensiva etarra.Rajoy se negó a revelar, primero en la conferencia de prensa tras el Consejo de Ministros de ayer y luego en privado, cuál había sido la vía por la que el Ejecutivo había trasladado esa réplica. Insistió en que el PSOE ya lo sabía, y punto. Eso sí, Rajoy no quiso pasar por alto la ocasión para realizar un duro análisis del contenido del documento que los socialistas le hicieron llegar al Gobierno al comienzo de esta semana.Para Rajoy, ese escrito "no aporta absolutamente nada". El vicepresidente valoró -justo un día después de que el PSOE apoyase al Gobierno en el Congreso para tumbar todas las enmiendas a la totalidad de los grupos de la oposición contra las reformas para endurecer delitos terroristas- la cooperación de los socialistas y la interlocución ya en marcha a través de una serie de dirigentes en charlas privadas. El Ejecutivo no ve precisos nuevos cauces y menos si se plantean con carácter bilateral entre ambos partidos para luego extenderlos a las demás formaciones. Rajoy precisó, tras el Consejo de Ministros, que para esa función podría valer la comisión de Interior del Congreso en la que están todos los partidos. El vicepresidente lo que sí quiso ayer fue ningunear con toda crudeza la iniciativa socialista, que interpretó en una clave poco "seria" y publicitaria, "para hacer cosas que no tienen ninguna utilidad y sólo sirven para transmitir una sensación a la opinión pública". Por si la andanada no estaba clara, Rajoy agregó: "A veces tiene uno la sensación de que hay quien pretende sacarse conejos de las chisteras a efectos de decir yo también estoy aquí y se me ocurren cosas". Rajoy, eso sí, adelantó que su Gobierno y su grupo parlamentario se mostrarán con la mejor disposición para negociar con el PSOE y con los demás partidos las enmiendas parciales en marcha sobre las reformas antiterroristas. Rajoy no quiso anticipar la posición en concreto sobre la oferta del PSOE de dividir en dos tramos de edad las posibilidades de internamiento para los menores que comentan esos delitos. Sí insinuó que todo es negociable. En cualquier caso, ni el sentido ni el tono ni el método de la respuesta del Gobierno gustó en el PSOE. Un portavoz oficial del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, señaló a este periódico: "El PSOE ha conocido la respuesta del Gobierno por la conferencia de prensa del vicepresidente Mariano Rajoy, aunque por conversaciones de días pasados entre los interlocutores socialistas y los miembros del Ejecutivo ya temíamos que la respuesta iba a ser negativa". Nadie del Gobierno se puso en contacto ayer con la dirección del PSOE. Previamente a esta declaración, tanto Jesús Caldera, portavoz parlamentario, como Alfredo Pérez Rubalcaba, dos de los interlocutores socialistas con el Gobierno en materia antiterrorista, confirmaron también que no habían mantenido ninguna conversación en ese sentido.La mofa con la que ayer el Gobierno despachó el borrador de bases sobre un pacto antiterrorista cogió por sorpresa al PSOE, no tanto porque no esperara la negativa a suscribir el acuerdo sino por la rotunda descalificación que impedirá incluso su discusión. Los socialistas intentaron ayer demostrar que no se sentían "minusvalorados" y mucho menos "víctimas", según miembros de la Ejecutiva Federal. Jesús Caldera acusó al Gobierno de defender "intereses electorales", y de negarse a poner de manifiesto ante la sociedad su unidad frente a ETA. "Los ciudadanos deben tomar nota de la actitud del Gobierno pero todavía les pedimos que reflexionen y que lo piensen con más calma", señaló. La noticia de la negativa le llegó a Caldera en la localidad cacereña de Jarandilla de la Vera, donde participaba en unas jornadas sobre la Unión Europea organizadas por la secretaria de Política Internacional del PSOE, Trinidad Jiménez. "Es insólito que el Gobierno se niegue a firmar un pacto de Estado antiterrorista que pretende dar seguridad y tranquilidad a los ciudadanos respecto a que el PP y el PSOE no tienen divergencias sino que están unidos frente al terrorismo", insistió.José Luis Rodríguez Zapatero comunicó a los dirigentes de su partido relacionados con este asunto, al conocer la posición final del Gobierno, que la respuesta debía ser tranquila e incluso con otra oferta para tomarse más tiempo en pensarla. Es posible que al Gobierno no le interese hacer pactos escritos con el PSOE a sabiendas de que tienen asegurada su lealtad más firme en este terreno. El PSOE duda y sufre con "mucho desagrado", según miembros de su ejecutiva, por las periódicas insinuaciones de componentes del Gobierno y del PP sobre que los socialistas no están plenamente y siempre en la línea adecuada para erradicar el terrorismo. Esta "confusión deliberada" entre la estrategia antiterrorista y la política electoral en el País Vasco es otro de los aspectos que el PSOE pretendía eliminar con un pacto con el Gobierno referido exclusivamente a la lucha contra ETA. "Queremos evitar los posibles ataques del Gobierno en el contexto de la lucha antiterrorista cuando, obviamente, no hagamos campaña a favor de Jaime Mayor Oreja como lehendakari porque nuestro candidato es Nicolás Redondo", remachó como ejemplo un miembro de la ejecutiva.
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